Caleidoscopio Cultural.
Para poder recorrer el vasto campo de la “cultura”, es necesario romper la superficie que enclaustra esta palabra escupida por la boca sin mayor reconocimiento de la trascendencia y real significado de ésta; palabra que hoy en día es “viralizada” y populariza en nuestra sociedad como un objeto, que a ojos de la ignorancia resaltan como un “plus” social o una forma elevada y sofisticada de erudición, según el escritor Mario Vargas Llosa, “la cultura todavía es considerada como un pasatiempo, como una forma elevada de ocio, y no como lo que es, una herramienta para que una mujer y un hombre tomen decisiones de su vida…”(1) La cultura es una herramienta para la identidad y desarrollo (y en ese orden), y la tecnología debe de ser, ojalá, benefactora de esta herramienta, es esta mi motivación, o mejor dicho visión, acerca del tema.
La tecnología (en las comunicaciones) ha jugado un papel bipolar, con el ahora aclarado, espero, concepto de cultura; por un lado ha sido fomentadora del concepto en toda su magnitud, cosmopolitizando a grandes masas sociales que antes estaban blindadas de forma infranqueable con sus propias costumbres, doctrinas y concepciones de la vida, lo que generaba, hasta la “aparición” de la pujante globalización, una flaqueza o vació cultural enorme, que no sólo se justificaba en la ignorancia, sino que en la vehemencia por abrigar las propias costumbres.
Por otro lado, cínica, silenciosa y paralelamente ha sido responsable del holocausto cultural que se esta viviendo en los últimos años, hay culturas colosales modernas de pocas raíces (como la Hollywoodense ) que devoran a las ricas culturas de raíces milenarias (como las nativas), junto con esta insaciable fagocidad, estos monstruos son capaces, a sangre fría, de tergiversar la identidad de los cada vez menos adeptos a dichas míticas culturas de antaño. “La humanidad está cayendo en una globalización que no integra culturas, sino que las desintegra para poder imponer sobre ellas un patrón uniforme que permita incorporarlas al sistema mundial” Ernesto Sábato. La resistencia. (2)
Es hora de flotar y tener una vista panorámica de lo expuesto ante esta realidad, y es acá donde hay lugar para dos tipos de personas; aquellas que se resignan ante este agobiante exterminio de identidad, o también para aquellas que en vez de quedarse en lo fatídico de la tecnología (para la cultura o su propia identidad), encuentran en esta misma una oportunidad para enriquecer sus costumbres, abrir la frontera, y dejar que invada, en justa medida, la cultura de antaño, aquella de raíces hondas que podrán ver tanto en las programaciones de National Geographic, por dar un ejemplo, como también en sus mismas ciudades. A lo que apunto es a la apertura de la cultura por medio, por supuesto, de la tecnología.
Hemos visto como las nuevas generaciones han sabido aprovechar la llamada globalización para darse a conocer, es cosa de trajinar algún “Myspace”, y ver la cantidad considerable de grupos emergentes, o como dirían otros: grupos amateurs, subiendo sus canciones, y con ello su identidad y su manera de ver el mundo. Los famosos “blogs” terminan siendo una fiel y didáctica carta de presentación de cómo es el autor… el arte es accesible a muchos hoy en día, cruza, o más bien, se funde con la cotidianidad. La cultura incentiva y va a la par con la identidad y el desarrollo, es más: el desarrollo social, económico, religioso y cívico va arraigado a la cultura, es decir, a la idiosincrasia de las masas sociales.
Antes había dicho que la tecnología jugaba en dos bandos, y es que basta ver que ha pasado con el arte y el diseño, la llamada producción en serie que tanto se ocupa en Asia ha cambiado la percepción que tenemos acerca de la estética y originalidad de las cosas >> o productos <<… Hace algunos años un diseñador industrial me habló sobre lo “ design” y lo “not design”, capté la suficiente atención como para entender que lo “design” es todo lo original, pero de verdad original, aquellas obras de arte irrepetibles e irremplazables, y lo más importante, únicas. Mientras que lo “not design” es aquel artefacto que a pesar de haber nacido de la creatividad, pierde su originalidad, al “fotocopiarse miles de veces”; replicó entonces el ejemplo que su profesor le había dado en clases: “ es como si Dalí hubiese mandado a fotocopiar miles de veces alguna obra en particular, abriendo una tienda de negocios bajo su nombre, y hubiese vendido esos cuadros en marcos atractivos, en estampados , en tacitas de café, etc…” Cuando me lo contaba, lo primero que pensé es que pocos artistas harían algo así, por más dinero que necesiten, por que pienso que sí habrá alguien capaz de ello, ese alguien no es verdaderamente artista, sino que, un exterminador del arte y de la cultura. La conversación termino cuando este diseñador se metió una mano al bolsillo y me dio una chapita, extrañado la observé por unos segundos, la recuerdo perfectamente, era blanca y con una llamativa tipografía: “not design”, salía en ella. Que más grafico que esta chapita reproducida en serie por toneladas y toneladas en china o en Taiwán, qué más da, para establecer un paralelo con lo que pasa con el arte y el diseño hoy en día.
Por favor mire a su alrededor, ¿se siente a gusto en ese lugar?, ¿esta usted bien sentado, cómodo?... le pregunto esto porque el diseño es la encargada de hacer la vida más confortable, más amena, más llevadera; probablemente el asiento que usted esta ocupando lo confecciono un diseñador, y si bien hoy la ingeniería se a robado este campo, no es menos cierto que el diseño es a su vez emprendimiento, creatividad, confección de utensilios, y a la vez: arte, (siempre lo fue), hasta el punto que usted decida. El diseño y el arte abarca casi todo lo cotidiano, según el diseñador alemán Heinrich von Eckardt: “…desde la silla en la que usted se sienta hasta la página que está leyendo.”(3) (escuela de Bauhaus)
Para finalizar me gustaría meter todo en una juguera, porque eso es la cultura, el arte, el diseño, la literatura, la música, en fin; una mezcla de ideas, de conceptos de vivencias, de creencias, de pasiones, de frustraciones, es decir, de todo lo humano. Pero no olvide que hay algo fundamental para abrir el “portón” del campo de la cultura, que es la libertad, libertad que si no se vive a como de lugar, difícilmente podremos crear y fascinarnos con lo creado, “la libertad que está a nuestro alcance es mayor de la que nos atrevemos o vivir”.Ernesto Sábato. L a resistencia.(4)
1) Revista. Red Cultural U .G. M Pág. 83. Septiembre.
2) La Resistencia. Ernesto Sabato.ed La Nación. Arg.
4) La Resistencia. Ernesto Sabato Pág. 31 . ed la Nación. Arg.
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